Por Raúl Prideich
Tipo de comida: Pescados y Mariscos
Clasificación: Negocio establecido.
Hace unas semanas salí al centro de la ciudad de Puebla con mi familia y al buscar algo para comer, nos topamos con un restaurante llamado LA COSTA... RICA, ubicado en la 10 oriente número 13 en el centro de Puebla. Es un lugar sencillo y que estaba completamente lleno por lo que decidimos entrar por la recomendación de su ocupación.
Como comenté ya, es un lugar modesto, no podemos hablar de un restaurante empresa, más bien de negocio familiar y con algunos empleados y como es propio de los lugares de esta clasificación, su decoración es muy sencilla y escasa, además las mesas son muy pequeñas, por lo que todo esta amontonado, es un rectángulo estrecho y profundo.
Logramos encontrar una mesa hacia el fondo, estaba sucia con el servicio de los anteriores comensales, pero no había mas, tardaron alrededor de 10 minutos en limpiar la mesa, tuvimos que llamar en tres ocasiones a un mesero para que nos prestaran las cartas, luego esperar unos 10 minutos y otros tres llamados para que nos tomaran la orden, luego nos pasaron el clásico chipotle con mayonesa y totopos para entretenernos, nos llevaron los refrescos que pedimos y luego a esperar.
Nos llamó la atención que a la entrada del lugar había un señor que supongo es el dueño, que traía su franela en la mano, pero a pesar de que el lugar estaba lleno y nunca limpio una mesa y nunca ayudo a nadie, solo se ponía a decirle a los meseros que llevaran esto, que pidieran tal, pero jamás hizo nada por ayudar a nadie.
Después de 30 minutos, por fin alguien se acercó a nosotros para preguntar que si ya nos habían atendido, tras nuestra respuesta le dijo al mesero, supongo le tocaba la mesa, que revisara nuestro pedido, después de eso llego el joven con el platillo de mi hijo, unos camarones con crema y ensalada y ¿Qué creen?, le pidió a mi esposa que le repitiera que había ordenado, es decir perdió la comanda y obvio nada habían preparado, luego a mí me dijo que el pulpo no me lo podía servir porque ya no tenían, que si no prefería un filete empanizado, obvio nos molestamos, pero la molestia paso a susto cuando vimos que nuestro hijo comenzó a escupir los camarones y es que al tomar uno, estaban todos aguados, como si fueran de gelatina, probé un poco y también los escupí, el sabor era espantoso, supongo ya estaban descompuestos.
Como se podrán imaginar le dijimos al mesero que ya no queríamos nada, que mejor nos pasará la cuenta, se acercó nuevamente la señora (la única persona amable en el lugar) y se desbarato en disculpas, nos dijo que la cuenta solo sería por las bebidas (faltaba más), que por cierto bastante caras para el tipo de lugar.
Conclusión: Terrible experiencia, no veo por donde ayudarle le doy un 2.6, no sé como llamarle, pero les pasare la cuenta del doctor y de las terapias con el psicólogo.
Notas adicionales: Esta bien ubicado, en el mero centro de la ciudad, se observa fácilmente cuando circulas por la zona, no cuenta con estacionamiento, pero hay uno sobre la 8 oriente a espaldas del lugar, en ese momento no recibían pago con tarjeta.